sábado, 20 de abril de 2013

Capítulo 25


Abro los ojos. Al final conseguí dormir, después de la espantosa pesadilla que tuve. A mi lado está Ali. Mirando al techo, seria. Me mira y me dice:
-Por fin te has despertado.
Sonrío y me incorporo.
Está amaneciendo.
En estos momentos quedamos 5 personas en la arena: Cato, el del 4, La pelirroja astuta del 5, Ali, y yo.
Me parece que esto no va a durar más de dos días, como muchísimo. Así que mejor será que nos curemos todo y nos dispongamos a luchar.

Sacamos toda la comida que tenemos. Nos comemos prácticamente todo. Bebemos agua, y rellenamos botellas.
Las heridas de Ali están casi curadas. No nos vendrían nada mal pomadas del Capitolio en el distrito 12.
Salimos al río, nos lavamos un poco, lavamos un poco la ropa, y nos la ponemos, nos ponemos las chaquetas, afilamos las armas con una roca, lo preparamos todo, y salimos al bosque, en busca del final de Los juegos.

Ya es completamente de día. Hace un sol resplandeciente, pero no hace ni frío, ni calor. Ya no queda barro de la lluvia. Es un paisaje precioso, perfecto, a quién voy a engañar. Incluso se me parece a nuestro bosque del distrito 12. Pero no. A diferencia de nuestro bosque, este no es acogedor, este no es alegre. Esto lo ha creado el Capitolio.

Caminamos durante dos largas horas sin ver nada.
Cuando sin darnos cuenta, tenemos delante la Cornucopia.
Ahí al lado hay una tienda de campaña.
-¿Nos acercamos? –Le pregunto a Ali.
-Vale.
Los dos colocamos las armas, y nos acercamos lentamente.
Una vez ahí, abro la puerta con el pie. No hay nadie. Pero sí hay un hacha, así que lo cojo. Todas las armas posibles nos vendrán bien.
Oigo un grito no muy lejos. Claramente es el grito de una chica, y en el estadio solo quedan dos chicas, una de ellas está a mi lado.
Se oye un cañonazo. Una menos. Pobrecilla, parecía inofensiva. No me da tiempo a pensar más. Veo un cuerpo salir de los arbustos en frente. Cato. Pero de la derecha sale el del 4, que le pega un puñetazo en el estómago.
Se ponen a luchar como fieras. Bien. Mejor que se maten entre ellos, así nosotros llegamos frescos a la final, mientras que ellos legarán malheridos.
Ali y yo corremos a escondernos donde los arbustos. Mientras presenciamos la pelea.
Se pegan, se machacan, pero no se rinden.
Pasado un rato Cato deja de luchar y sale corriendo hacia los arbustos.
El otro le sigue. He estado tan centrado en la pelea que
cuando miro a mi derecha Ali no está.
Mierda. Empiezo a susurrar ¡Ali! ¡Ali! Nada.
Me levanto y empiezo a buscarla.
Tengo el tiempo justo como para ver su mata de pelo rojizo a lo lejos, oír un grito, y ver como una lanza la atraviesa el estómago. Cato se dirige a mí, pero con toda mi furia y desesperación, le pego tal hachazo, que, al instante, se oye un cañonazo.
Corro hacia Ali. Lucha por mantener los ojos abiertos.
-Gale, puedes ganar, sé que puedes. Gana. –Me susurra
-Tranquila, ganaré, por ti- Le respondo.
Sonríe, se le empiezan a cerrar los ojos. Le acaricio el pelo, mientras susurro ‘No te vayas, por favor, no te vayas’ entre lágrimas.
Al fin se le cierran los ojos y se escucha un cañonazo. Su cañonazo.
A su lado hay una margarita. Como la margarita que vi en mi pesadilla. La arranco y se la pongo suavemente en el pelo. Está preciosa.
Se la ve bien, con cara tranquila, dormida.
Y en este momento se me pasan miles de imágenes por la cabeza: Álex. Ali. Los juegos. La cosecha. El distrito 12. Mi bosque. Mi madre. Mis hermanos. Katniss.
Lloro. No paro de pensar que el Capitolio, no, el Capitolio no, Snow, tiene la culpa de todo esto. De que todos estos niños hayan muerto, y de que mueran cada año.
De ver cómo nos matamos mientras sonríe frente a la pantalla, satisfecho, porque sólo quiero vernos sufrir.
Para él somos como muñequitos a los que puede manejar a su antojo, ver como morimos, como sufrimos, mientras él se pasa el día en su mansión comiendo canapés y miles de cosas deliciosas.
Juro por dios, que si salgo de aquí, voy a matarle. Tengo que matarle. Por todo lo que le ha hecho a Panem. Por matar a Álex y a Ali. Juro que le mataré.
Y también juro, que voy a ganar. Por Ali. Por Álex.

2 comentarios:

  1. Noooooooooooooooooooo Ali nooooooooooooooooooooooooo
    buaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
    por cierto te he nominado al lovely blog award pasate http://lavidaderuemellark.blogspot.com/2013/07/lovely-blog-award.html uno se divierte mucho contestando

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  2. yaaaaaaaaa, lo sientooooooooooo y graciaaaaaaaas

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