viernes, 8 de marzo de 2013

Capítulo 22


Es más o menos medio día. Álex y yo nos disponemos a salir.
Tenemos las armas, y hemos dejado bien cubierta la entrada de la cueva, podemos salir.
Este es el plan:
Ali se queda, no puede ni mantenerse en pie, pero necesitamos dos personas, ella puede curarse sola, solo será un rato, si morimos, morirá ella también, a no ser que consiga sobrevivir (que sería muy extraño)
Por si acaso, la hemos dejado un botiquín, comida y una botella de agua.
Una vez allí, vigilaremos un poco la zona, pondremos algunas trampas, y Álex se esconderá en unos arbustos de los que rodean la explanada de la cornucopia. Cuando den el aviso de que podemos ir a por las cosas, yo saldré corriendo hacia las mochilas y las cogeré.
Y si todo sale bien, doy media vuelta y a la cueva.
Estamos llegando, todavía quedan un par de horas hasta el atardecer, así que exploramos la zona.
La cornucopia está en el medio de la explanada, preparada para que si salimos cualquiera que esté cerca nos vea y no haya lugar donde esconderse. Alrededor de la explanada es como un círculo de árboles y arbustos.
Pasa el tiempo y llega el atardecer.
Suenan los altavoces.
“Queridos tributos de los 74º Juegos del Hambre, el banquete está preparado, podéis serviros, y que la suerte esté siempre de vuestra parte”
Lo primero que veo es a la chica del 5, la de la cara astuta, salir corriendo de la cornucopia, coger su mochila, e irse corriendo hacia el lado opuesto a nosotros.
Esa chica es demasiado lista, llevamos aquí dos horas y no la hemos visto entrar en la cornucopia. Igual hasta ha entrado mientras era de noche y ha pasado ahí toda la mañana.
Ojalá se me hubiera ocurrido eso a mí.
No sé si salir ahora o no, tal vez los profesionales estén esperado a que salga para darme caza, no sé.
Tengo que arriesgarme, o bien eso, o esperar a que ya hayan cogido todos sus mochilas y se hayan alejado. Pero para esto debe faltar mucho, o salir, o dejar a Ali morir en la cueva.
Y no tengo que huir. No hago más que esconderme de los profesionales, y si quedo finalista, al final tendré que enfrentarme a ellos y matarles de todos modos. Mejor matarles de un flechazo que a pedrazos y puñetazos. Cuando salga uno, saldré yo también. Álex me cubre las espaldas. Si vienen a por mí, él tira un alanza o un flechazo (más o menos maneja el arco)
Pasa una hora, y veo salir a Clove, la chica del 2. Es el momento.
Cojo la daga y unos cuchillos y salgo corriendo hacia las mochilas.
Voy a medio camino, cuando veo que a unos 20 metros, oigo gritar a Clove ¡Cato! Pero demasiado tarde , el chico del 4 se acaba de llevar por delante a Clove, pero de qué manera. Con una piedra que tenía en la mano, la ha partido la cabeza, literalmente. Pobre. Coge su mochila y parece que se da cuenta de mi presencia porque me dirige una mirada asesina que nunca nadie me había dirigido. Es el doble que yo, o salgo corriendo y me escondo, o le esquivo, o me enfrento a él para acabar muerto, porque si te enfrentas contra él no hay otra opción.
Decido dar media vuelta, pero Cato viene hacia mí. Estoy dispuesto a hacerle frente cuando veo que pasa completamente de largo, pasa a mi lado, pero ni me mira. Le veo arrodillarse al lado del cuerpo de Clove, su compañera de distrito, su aliada. Y creo que en este momento, acabo de dejar de odiar a los profesionales. Me doy cuenta de que, aunque sean la mano derecha del Capitolio, ellos también viven esclavizados; que aunque sean unas máquinas de matar, también tienen sentimientos, y a ellos también les afecta toda esta mierda. Les da pena perder a sus compañeros, y luego luchan por su distrito. Y en este momento, por lo que voy a hacer, se me podría proclamar la mejor persona del mundo, porque, cuando el montruo del 4 se dirige a matar a Cato le grito.
-¡Eh, subnormal, ¿te has acobardado o qué?
Y me mira con una mirada de asesino con la que nunca, nadie ha mirado a nadie. Y siento que soy una hormiguita, como una hormiguita a la que un gigante está apunto de pisotear.

*  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *  *


-Tranquila, Katniss, puede contra él.
-Pero, Prim, ¿tú le has visto?
-Sí, Katniss, Gale es muy fuerte, podrá con él, no llores. Nunca te había visto llorar, excepto cuando murió papá, pero yo era muy pequeña y apenas me acuerdo.

Venga, Gale, tú eres fuerte, eres increíble, tú puedes, ganarás, y volverás al distrito, volveré a verte, volveré a estar contigo. Venga, Gale, tú puedes.

                                 





5 comentarios:

  1. Tu blog está bastante bien! Quería decirte que estás nominada en el mio :D

    http://vasallajedelos25.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  2. no quiero presionarte pero... ¡¡¡hace un mes que no subes nada donde esta el otro capitulo?!!!

    ResponderEliminar
  3. AAAY, Lo siento mucho jajaja, he pasado días fuera de casa, y con los exámenes y todo eso no he podido. Lo siento, intentaré subirlo pronto :3

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar